El poeta
- acueval83
- 31 ene 2024
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 2 feb 2024

Tú vuelves partitura
la resonancia de la piedra.
Aprecias el peso de las montañas
sobre un ojo dulce.
Reposas, fatalista, en comunión
con hayedos otoñales
y algo se va de ti
tras la trayectoria de las garzas
cuando se pierden
tras una pieza de bruma.
Tu voz refleja
el deseo del mundo
pero también el abatimiento del ocaso.
Tu mirada lame el cielo
del mediodía
y tu carne se encrespa
en la noche
(divulgas tu zozobra,
corroes tu antifaz).
Mientras todos se guarecen
detrás de su semblante,
a ti, siempre te traiciona el tuyo.
Sí, poeta: la rosa y el látigo son tu reino.
Tu conciencia no es una playa,
no deja embestir sus orillas
con cualquier espuma rota.
Tampoco es una pupila sensible,
no se ciega con cualquier espejismo,
girones de tiniebla luminosa
no te impiden adivinar
los vectores de tu rumbo.
Tu conciencia es una luz,
amigo poeta.
Quién pudiera ordenar,
como tú,
el cosmos en silencio.
Quién pudiera vivir
una particular epifanía
a través de sus propios versos.
¿Acaso no te has dado cuenta?
Para quienes te admiramos,
es tu mano, y no la luna,
la que brilla
en el cielo nocturno.
El poema refleja la admiracion que se le tiene alas personas que tiene creatividad, imaginacion y ven el mundo con otros ojos capaces de crear arte