Prólogo LA VIDA EN SUBJUNTIVO
- acueval83
- 13 ene
- 1 Min. de lectura

Estoy convencido de que las conexiones ultramarinas son más fuertes si tienen como hilo conductor un mismo código lingüístico, una misma lengua, por pequeña y menospreciada que esta sea. Conocer a un asturiano en América es algo que llena el vaso de la nostalgia y se ve acompañado cual espejo cóncavo en el que mirarse.
Encontrar además a un carbayón contemporáneo, colega de Universidad pública en el mismo lejano país de adopción y con parecidos devenires es algo que solo la divina providencia de la vida sabe regalar.
Alberto es un paisano cabal y sereno, hecho a sí mismo con esfuerzo y valentía durante décadas en una ciudad gigante, de asfalto gris y eterno y de cambios climáticos inesperados en tan solo un abrir y cerrar de ojos. Su carácter de hombre perspicaz y bueno destacan enseguida en su figura, que delatan estar bien acompañado.
Estoy seguro de que esta “Vida en Subjuntivo¨ de Alberto Cueva Lobelle que hoy publica Ediciones Trabe, resuena como arte y parte de esa emigración sentida de siglos y décadas que aún hoy tiene cabida y esperanza para que nuestro patrimonio y memoria lingüística no caiga en el olvido.
La lengua asturiana en la emigración es un patrimonio sentimental y vital más a valorar y explorar entre aquellos que saliendo de su tierra no olvidamos jamás las nanas y cantares de nuestros padres o los cuentos de nuestras abuelas para convertirlos en una sensación íntima, única, creativa y también perfectamente compartida y transferible.
Víctor Fernández Coalla
Profesor de la Escuela de Arquitectura y de la Facultad de Historia
Universidad del Valle (Colombia)
Comentários